Luis Barragán
"Pudo ahí trabajar libremente, ya que en esta obra no tenía ningún compromiso con terceras personas al ser personal"
En 1940 adquirió un amplio terreno en la entonces llamada Calzada de los Madereros (hoy periférico y constituyentes), donde diseñó, habitó y trabajó su primer proyecto personal y experimental hoy Casa Ortega y el actual Museo Barragán. Pudo ahí trabajar libremente, ya que en esta obra no tenía ningún compromiso con terceras personas al ser personal, fue ahí donde conectó con su espíritu creativo y experimentó con diferentes estilos, materiales y diseños. Vendió la mayor parte de estos jardines a la familia Ortega propietaria de la casa actualmente y que es muestra de su gusto personal con rasgos de la arquitectura popular como de los antiguos conventos de México, y a la vez el nacimiento del modernismo mexicano.
De 1940 a 1945 dedicó parte de su tiempo a estudios de planificación y a negocios en bienes raíces y adquirió propiedades en la avenida San Jerónimo. En terrenos con gran abundancia de lava volcánica descubrió las posibilidades de realizar bellos jardines en las rocas, lo que despertó en él la ambición de desarrollar ahí una urbanización residencial. Esto ocurrió en el año de 1945, tres años antes del decreto del presidente Ávila Camacho para la fundación de la Ciudad Universitaria, la cual se construyó en terrenos colindantes con la propiedad de los señores Bustamante y Barragán.
El arquitecto desarrolló el proyecto total de planificación y urbanismo para la firma Jardines del Pedregal de San Ángel, S.A., que fue el nombre que se dio a esta sociedad. En el mismo fraccionamiento diseñó varios jardines y obras ornamentales (fuentes, rejas, ingresos, etc.) y estableció normas de construcción a fin de crear un ambiente armónico en términos arquitectónicos y evitar destruir la belleza del paisaje. El desarrollo del Pedregal ocupó a Barragán de 1945 hasta 1952, cuando se separó de dicha empresa. Durante esa época realizó algunos viajes a Europa, en uno de los cuales visitó el norte de África.
Entre 1952 y 1955, construyó algunas residencias y atendió sus negocios personales. Comenzó la reconstrucción del convento de las Capuchinas en Tlalpan, donde edificó una capilla nueva.
En 1957 fue invitado desarrollar Ciudad Satélite para constituir el símbolo de la urbanización, las actuales torres de Satélite.
El mismo año Barragán promovió el fraccionamiento de Las Arboledas, para el cual hizo el proyecto completo de planificación y la arquitectura de paisaje general. También participó en la creación de otra urbanización, el Club de Golf la Hacienda.
En 1964 y 1965 trabaja, asociado con otro arquitecto ilustre, Juan Sordo Madaleno, en el gran proyecto (que no llegara a completarse) de Lomas Verdes.
En 1974 construyó la Casa Gilardi, la última obra que llegó a terminar íntegramente.
En 1976 el Museo de Arte Moderno de Nueva York presentó la primera exposición sobre su obra y publicó el libro-catálogo de Emilio Ambasz. Lo anterior lanzó a Luis Barragán a la fama internacional. Ese año recibió también, en México, el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
En 1979 proyectó el Faro del Comercio para la ciudad de Monterrey, así como la Casa Bárbara Meyer.
En 1980 recibió el premio Pritzker en la Ciudad de Nueva York. Posteriormente en 1987 recibe el Premio Nacional de Arquitectura.